Servicios de Contratación Comercial en España

Las empresas firman contratos con sus trabajadores para realizar diferentes actividades, junto a esto tienen acuerdos comerciales con proveedores para hacer crecer su negocio. En general, este acuerdo es bilateral, lo que significa que las dos partes se obligan a cumplir las obligaciones del contrato. Antes de firmar el contrato comercial, es habitual obtener asesoramiento jurídico. En SpainDesk, contamos con un equipo de abogados profesionales con la suficiente experiencia para satisfacer esta necesidad.

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    Características de los contratos comerciales

    Los contratos comerciales pueden caracterizarse por ser nacionales o internacionales. Además, existen en todos los tamaños y representan acuerdos que proporcionan diferentes soluciones para la empresa. Un buen ejemplo son los asuntos que implican el alquiler de inmuebles, infraestructuras, suministros, contratación de servicios de imagen corporativa e incluso el uso de franquicias de la empresa. Según el acuerdo, el contrato establecerá quién tiene que proporcionar los servicios o productos, y quién tiene que pagar el precio por el servicio indicado.

    A veces, una empresa puede participar en el comercio, pero no tiene un contrato en vigor que garantice su protección. En este caso, también podemos apoyar y ayudar en la mediación para conseguir un contrato.

    ¿Qué hacemos por usted?

    Si quiere que redactemos o firmemos un contrato, primero comprobamos que incluya al menos los siguientes elementos:

    • Identificación de ambas partes.
    • Intervención de la empresa y tipo de negocio.
    • Datos de las personas que firman el acuerdo en nombre de la empresa.
    • Asegúrese de que la persona está cualificada para representar a la empresa; de lo contrario, el contrato podría considerarse nulo.
    • La duración del servicio variará en función de la naturaleza del mismo.
    • Especifique una fecha de inicio y una fecha de finalización, si la hay.
    • Si se trata de la prestación del servicio de forma indefinida, es aconsejable reflejar las causas y la forma de terminar el acuerdo.

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    Preguntas frecuentes sobre los contratos mercantiles españoles

    Sí. Según la normativa española, existe la responsabilidad de discutir un contrato comercial de buena fe. El artículo 7 del Código Civil español establece claramente que «el ejercicio de cualquier derecho debe hacerse confiriendo las normas de la buena fe». Este requisito obliga a ambas partes a actuar con honestidad y diligencia durante la negociación de un contrato.

    Aunque el Código Mercantil y el Código Civil españoles guardan silencio ante esta situación concreta, es comúnmente reconocido por los tribunales españoles que, salvo prueba en contrario, regirá el contrato el conjunto de términos anteriores a la ejecución del acuerdo. De este modo, la doctrina del «último disparo», tal y como establece la normativa de contratos para la venta internacional de mercancías (Convención de Viena) ganará en un nivel fundamental, excepto si el proveedor subyacente rechaza el nuevo conjunto de términos introducidos por la contraparte.

    En ningún caso existe la obligación legal de redactar un contrato en la lengua local española. No obstante, en los casos en que las partes implicadas en el contrato sean ciudadanos españoles, se aconseja preparar el contrato en español. En todas las ocasiones, un acuerdo redactado en otro dialecto que no sea el español implicará la intervención de un traductor autorizado para ser legítimamente conjurado ante los tribunales.

    Efectivamente, puede celebrar un contrato en línea.

    Según la ley española, un contrato no debe tener una estructura específica para ser legalmente vinculante. A condición de que existan los fundamentos esenciales de un contrato (acuerdo de voluntades de ambas partes (objeto, y razón del contrato, ofertas y aceptación), no hay diferencia si el acuerdo se formaliza en papel o en internet.

    El derecho español se establece sobre la norma de la libertad de contratación, dado que los términos acordados no se oponen a las leyes requeridas, al orden público o a la ética. Algunos controles legislativos se aplican cuando la otra parte intenta prohibir o restringir su obligación. Por ejemplo, una parte no puede prohibir su responsabilidad por el infortunio provocado por la tergiversación o el fraude. Además, los límites legislativos se aplican a determinados tipos de relaciones (por ejemplo, las relaciones laborales o de agencia comercial).

    Los contratos de estructura estándar dependen de la Ley 7/1998 de 13 de abril sobre (la Ley de Condiciones Generales de Contratación). Al estar las condiciones generales realmente incorporadas, la contraparte debe conocer su existencia y contenido antes de finalizar el acuerdo.

    La ley puede sugerir términos específicos en un contrato, por ejemplo, el título de propiedad del comerciante, la conformidad de los bienes suministrados con la calidad satisfactoria. Cualquier término implícito podría evitarse en una relación comercial con un entendimiento de ambas partes. Sin embargo, se aplicará la Ley de Condiciones Generales de Contratación, cuando la exclusión forme parte de un conjunto de condiciones estándar.

    Sí. España está respaldada y adherida a la Convención de Viena desde el 24 de julio de 1990. Entró en vigor el 1 de agosto de 1991.

    ¿Listo para empezar? Estamos aquí para ayudarle con los servicios legales, financieros y empresariales en España.