Por un lado, el impuesto sobre la renta de las personas físicas en España es un proceso complicado y, a veces, confuso y largo. Por otro lado, entender el impuesto sobre la renta de las personas físicas y su responsabilidad es crucial para evitar multas severas. El IRPF es uno de los impuestos más comunes en España. Esta es una guía introductoria para empezar a navegar por lo que es el IRPF, los tipos, los vencimientos y las sanciones.
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¿Qué es el IRPF?
El impuesto sobre la renta de las personas físicas en España o Impuesto de Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) es un impuesto directo sobre la renta de las personas físicas. No es lo mismo que el impuesto sobre la renta de las personas físicas. El impuesto sobre la renta de las personas físicas en España se reparte entre el Estado y las comunidades autónomas. Aunque el Estado ha creado unos umbrales impositivos simplificados, los tipos y tramos impositivos variarán en función de la comunidad autónoma en la que te encuentres.
Para empezar, es necesario solicitar un número de identificación fiscal conocido como número de NIE. Los ciudadanos de la UE suelen tener que solicitar este número después de tres meses de residencia en el país, mientras que los ciudadanos de países de fuera de la UE generalmente recibirán su solicitud con su residencia española.
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¿Quién paga el IRPF en España?
Aunque no seas residente legal en España, puedes ser considerado residente fiscal. Debes presentar tu declaración de la renta en el país si cumples alguno de los siguientes requisitos:
- Ha pasado más de 183 días naturales al año dentro del país.
Es importante tener en cuenta que las ausencias cortas serán consideradas como parte de este número, a menos que usted tenga pruebas de su residencia fiscal en otro país. - Tienes cónyuge o personas a tu cargo con residencia fiscal en España.
- Si tienes un negocio o intereses económicos ubicados dentro del país. Por ejemplo, si vas a emprender un negocio en España, pagarás el impuesto sobre la renta en España.
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Además, si tienes una dirección, una matrícula, un número de teléfono, una cuenta bancaria o has utilizado el sistema sanitario español, también podrías ser considerado residente fiscal, a menos que puedas demostrar lo contrario.
Fiscalidad española para residentes
Para los empleados de empresas residentes en España, el empleador está obligado a retener una cantidad de su renta imponible para esencialmente prepagar sus declaraciones de impuestos. Las retenciones de su nómina son una estimación de lo que se pagará al final del año fiscal. Las autoridades deducirán entonces estas cantidades de su factura fiscal final y le devolverán cualquier cantidad pagada en exceso.
Además, los residentes fiscales de España también están obligados a declarar cualquier activo que tengan fuera del país a través del Modelo 720. Esto incluye cuentas bancarias a su nombre (o que gestione), seguros, bienes inmuebles, etc.
Fiscalidad en España para no residentes
Los no residentes en España también tributan por los ingresos obtenidos en el país. Normalmente se trata de un tipo fijo del 24% sobre las rentas del trabajo y del 19% sobre ganancias de capital y rentas de inversión obtenidas en España. Junto a esto, es importante tener en cuenta que la declaración de la renta de los no residentes debe presentarse de forma individual y no de forma conjunta con el cónyuge.
Rentas sujetas al impuesto sobre la renta en España
Hay varias fuentes diferentes por las que los residentes fiscales españoles deben pagar impuestos sobre la renta. Hay que tener en cuenta dos tipos de rentas sujetas a impuestos a la hora de hacer la declaración de la renta: la renta general y la renta del ahorro.
Impuestos sobre la renta general
Los residentes fiscales españoles están obligados a tributar por todas las rentas mundiales, aparte de las rentas del ahorro. Esto incluye el salario, la pensión, el alquiler, las ganancias del juego, etc.
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en España se compone de dos partes, un impuesto nacional y otro autonómico. Por lo general, los porcentajes son los mismos; sin embargo, pueden variar ligeramente dependiendo de la región en la que se encuentre. La tabla progresiva del IRPF es la siguiente:
Base imponible (hasta) | Deuda tributaria | Exceso de base imponible (hasta) | Tipo impositivo |
0€ | 0€ | 12.450€ | 19% |
12.450€ | 2.365,50€ | 7.750€ | 24% |
20.200€ | 4.225,50€ | 15.000€ | 30% |
35.200€ | 8.725,50€ | 24.800€ | 37% |
60.000€ | €17,901.50 | 240.000€ | 45% |
300.000€ | €125,901.50 | Remanente | 47% |